Melka Kunture Homo erectus pleistoceno achelense M.R. Bennett

Recreación de Gomobore II-2 (Melka Kunture, Etiopía), donde habitó el Homo erectus hace 700 000 años, por M. R. Bennett, Bournemouth University

Hace unos dos millones de años emerge la especie humana más antigua unánimente aceptada como representante de nuestro género, Homo erectus. Junto a esta especie se documentan nuevas estrategias y capacidades tecnológicas agrupadas bajo el término Achelense que constituye una de las etapas fundamentales de la evolución humana, si consideramos que se extendió durante 1,8 millones de años a lo largo de África, Próximo Oriente, India y Europa. En Melka Kunture, Etiopía, se ha hallado la mandíbula de un niño de tres años de edad de Homo erectus que según recientes dataciones constituye uno de los fósiles más antiguos de esta especie, y aunque aparece junto a herramientas líticas olduvayenses (tecnología asociada mayoritariamente al Homo habilis), en el nivel arqueológico inmediatamente superior se documenta las herramientas líticas elaboradas con tecnología achelense más antiguas del mundo. De este modo, Melka Kunture constituye un área fundamental y estratégica para el conocimiento del Homo erectus y del Achelense, y por tanto de la evolución humana.

Melka Kunture se sitúa en el valle superior del río Awash, a unos 50 km al sur de Adís Abeba. Abarca unos 80 km2 en los que se han localizado a lo largo de más de cincuenta años más de 70 enclaves arqueológicos datados entre 2 000 000 y 12 000 años, de los que se han excavado una veintena, ocho de ellos en una extensión de más de 200 m2, con yacimientos olduvayenses, achelenses, de la Middle Stone Age y de la Late Stone Age, con miles de herramientas líticas y restos óseos, además de Homo erectus, Homo cf. heidelbergensis, y Homo sapiens arcaico, y por primera vez en Etiopía, huellas de animales y homininos, incluyendo huellas humanas dejadas por niños hace un millón de años. Esta concentración excepcional de yacimientos pleistocenos se explica por la disponibilidad de abundantes recursos vegetales y animales durante buena parte del año, en combinación con la permanente presencia de agua dulce y rocas apropiadas para la elaboración de herramientas líticas, entre ellas la obsidiana, dando lugar a un ingente número de zonas de concentración de restos producidos por diversas actividades humanas de los que muchas quedaron selladas y preservadas por la combinación de la dinámica del río Awash y la actividad volcánica, que además permite datar con gran precisión los yacimientos arqueológicos.

Melka Kunture cuenca del río Awash

Situación de Melka Kunture en la cuenca del río Awash.

Su elevada altitud, a unos 2000 metros sobre el nivel del mar, implica una singularidad añadida, puesto que la mayoría de yacimientos del Pleistoceno inferior se han encontrado en cotas considerablemente inferiores del valle del Rift en ecosistemas de sabana, por lo que Melka Kunture disponía de un clima más húmedo y frío con notables diferencias en la vegetación y fauna, como evidencia el desarrollo de subespecies endémicas de mamíferos, como se constata en un tipo de ñu. El hipopótamo es la especie más representada, con algún ejemplar de hipopótamo enano, junto con antílopes, seguidos por équidos, gacelas, búfalos, seguidos por jiráfidos, suidos, otros grandes bovinos y en menor medida elefantes, rinocerontes, babuinos, hienas y felinos de dientes de sable. La vegetación se desarrolla bajo un clima de montaña con grandes rangos de temperatura diurna, dando como resultado especies de plantas muy diferentes a las de la sabana, por lo que los homininos necesitaron nuevas habilidades para adaptarse a este ecosistema y sus recursos.

La importancia y singularidad de los hallazgos localizados en Melka Kunture ha favorecido su inclusión en la Tentative List de la UNESCO, y en 2021 el Gobierno etíope ha presentado su candidatura final para la declaración como Patrimonio Mundial.

Mandíbula niño Homo erectus Melka Kunture Etiopía

Mandíbula de un niño de tres años de edad de Homo erectus, uno de los fósiles más antiguos de esta especie, hallada en Melka Kunture.

El objetivo general del proyecto financiado por la Fundación Palarq es la formulación de modelos interpretativos de la conducta de Homo erectus durante la primera fase del Achelense, mediante el análisis de sus estrategias tecnológicas, subsistenciales y de las dinámicas de ocupación del territorio, y ha permitido el desarrollo de la investigación en tres gargantas tributarias del río Awash con importantes yacimientos arqueológicos:

  • En el tramo inferior de la garganta de Gombore se hallan varios yacimientos datados entre ~1,6 Ma y 1,2 Ma. En el más antiguo, con una extensión excavada de 262 m2, se han registrado cerca de un millar de piezas líticas elaboradas con tecnología achelense, y cerca de dos mil restos óseos, entre ellos un humero de Homo erectus.
  • En la garganta de Garba analizamos los yacimientos de Garba IV y Garba XII. El primero con los restos más antiguos conocidos de Homo erectus y de industria lítica achelense, de unos dos millones de años, mientras que el segundo con una antigüedad de 1,3-1 y. 0,85 millones de años, con miles de piezas líticas y restos óseos.
  • En la Garganta de Simbiro, se halla la denominada «Sección Monumental», de unos 4 m de potencia que ha preservado cuatro niveles con industria lítica achelense y fauna de más de un millón de años, con miles de piezas líticas y centenares de restos óseos. En uno de ellos se ha documentado, por primera vez un taller de herramientas líticas exclusivamente de obsidiana, materia prima cuyo uso no se generaliza hasta la Middle Stone Age. En esta misma garganta hemos excavado cerca de 30 m2 de varios niveles considerablemente más antiguos que los anteriores, en los que se han registrado herramientas líticas junto a centenares restos óseos, con un excepcional estado de conservación.

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